sábado, 16 de septiembre de 2017

Hola, ¿qué tal estáis?

Empecé este blog hace unos meses, pero por distintas circunstancias me ha sido imposible seguirlo.
Espero retomarlo hoy y que podáis leer en él temas interesantes y que os sirvan de ayuda para el día a día. Bien con los niños o bien en otras circunstancias.

Hoy es el cumpleaños de mi hija, hay varias amiguitas en casa y ¡¡por fin!! reina el silencio. Unas duermen y otras ven "Enredados". Así que, es el momento ideal para escribiros y contaros un truco que os va a resultar muy útil, mundano, pero útil.

Se trata de las lavadoras actuales: ¿lavan o no lavan?
Yo cambié mi estupenda AEG de la que estaba orgullosa por una Siemens con calificación A+, debido a que no aguantó dos mudanzas seguidas, después de 12 años de uso. Demasiado hasta para una lavadora tan eficaz.
Como os decía, adquirí una Siemens con una buena calificación energética; pero, al poco tiempo, me di cuenta de que no lavaba bien. Por lo menos, no tan bien como mi antigua AEG.
Llamé al técnico, al estar en garantía, y me dijo que la lavadora lavaba como debía, esto es perfectamente.
Pero perfectamente no es la palabra acertada, porque no lava lo suficiente. No quita las manchas y no se puede usar jabón en grano, ya que el agua no consigue deshacerlo.
¿Qué le pasa entonces? La calificación energética y la normativa europea exigen que las lavadoras actuales laven con muy poca agua. La mínima para un lavado. Conclusión: sin agua, no hay lavado.



Pero, el pasado fin de semana, una amiga me dio la solución: echar 5L en la cubeta del jabón, una vez cogido por el programa. Ella lo hacía desde hacía meses.
Os preguntaréis si ha funcionado... Pues sí. Ahora mi malquerida Siemens lava y lava de verdad.
No es una solución cómoda, pero sí práctica.

Espero haber echado una mano a todos los que hayáis sufrido el mismo problema.

¡¡Hasta pronto!!

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